Una vez finalizada la operación, nos preguntaremos; ¿qué tipo de alimentos podremos ingerir en los próximos días? Nuestro médico nos dará las claves de una dieta equilibrada que deberemos cumplir de forma estricta si no queremos volver a caer en la obesidad y si queremos conseguir la adaptación del balón gástrico.
La operación de colocación del balón gástrico consiste en introducir un globo de silicona en el estómago del paciente mediante un endoscopio a través de vía oral. Una vez ubicado en el estómago se llenará con suelo fisiológico, lo cual reducirá nuestra percepción de hambre y aumentará nuestra sensación de saciedad. A continuación nuestro dietista nos dará las claves de la alimentación que deberemos seguir en las próximas semanas durante los días que tendremos el balón gástrico.
La primera semana será la más complicada. Los primeros dos días tendremos dolores abdominales que nos provocarán la necesidad de vomitar con frecuencia, ya que nuestro cuerpo no está acostumbrado al balón gástrico y tendrá el deseo de expulsar ese elemento extraño. Durante estas dos primeras jornadas será recomendable tomar líquidos isotónicos y polos de hielo fríos para rehidratar. A partir de estos dos días, el paciente seguirá cuatro fases alimenticias de siete días cada una.
1. Fase líquida: Se incorporan alimentos líquidos y fríos que no sean ni estimulantes ni irritantes. Ingeriremos alimentos magros y líquidos que nos aportasen los minerales y las vitaminas necesarias para evitar que nos deshidratemos. Así pues, agua, zumos sin azúcar, infusiones, leche, yogures desnatados y caldos vegetales desgrasados constituirán nuestra dieta sin afectar al balón gástrico.
2. Fase semilíquida: Además de los alimentos citados en la fase anterior, se podrán introducir sémolas y tapioca en los caldos, así como purés semilíquidos de verduras acuosas y yogures de consistencia normal. ¡Ánimo, ya quedan menos días con el balón gástrico en nuestro cuerpo!
3. Fase pastosa: La tercera semana, tras la incorporación del balón gástrico, vendrá marcada por la incorporación de alimentos de mayor consistencia y fáciles de masticar. Leche, yogures, cereales, galletas sin azúcar, cremas de verduras, carnes y pescados, y purés de frutas constituirán nuestra dieta, además de los ya citados líquidos para no deshidratarnos. La “dieta pastosa” presume de ofrecer alimentos proteicos triturados.
4. Fase normal: La cuarta semana, y se prolongará también durante la quinta y la sexta semana tras la incorporación del balón gástrico, nuestra alimentación se basará en incluir alimentos íntegros, pero de consistencia blanda. Al estar nuestro estómago todavía en fase de adaptación, los alimentos deberán ser de poco volumen para no forzarlo demasiado: agua, infusiones, caldos, zumos de frutas sin azúcar, leche y yogur, sopa de vegetales, puré de vegetales, crema de verduras, verduras cocidas, sopas de pasta, puré de frutas, comporta de frutas, cereales, galletas sin azúcar, pan tostado, arroz, pasta, carnes magras en guiso, pescados hervidos, huevos escaldados, jamón york y pechuga de pavo.
El balón gástrico no dura toda la vida. A los seis meses de su implantación, éste será retirado por lo que es necesario que el paciente tenga una cierta disciplina dietética para modificar sus hábitos alimenticios y su estilo de vida. La elaboración de menús semanales o de la lista de la compra por un dietista, ayudarán al paciente a no recaer y recuperar el peso perdido una vez retirado el balón gástrico, es decir, que no se produzca el famoso “efecto rebote”.