Las temperaturas están alcanzando máximos históricos, año tras año. Es un fenómeno global que no sólo supone una carga para el cuerpo y una incomodidad, sino que también puede poner en peligro la vida. Se estima que cada verano, en España se producen alrededor de 1.300 muertes relacionadas con las olas de calor. Los niños, las de edad avanzada y las que padecen enfermedades crónicas corren un riesgo especial. Hay, además, un factor añadido que influye mucho en la intolerancia al calor: la obesidad.
Formas de nuestro cuerpo de combatir el calor
Cuando hace calor, el cuerpo necesita perder el exceso de calor para mantener estable su temperatura central. La sudoración es una forma obvia de conseguirlo. Las glándulas exudan el sudor a la superficie de la piel, donde se evapora. Es el efecto de enfriamiento causado por la evaporación del sudor el que elimina el calor del cuerpo. Además de la sudoración, el cuerpo aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel. Una mayor cantidad de sangre caliente procedente del interior del cuerpo se canaliza hacia las extremidades más frías, donde emite calor.
Cómo afecta el sobrepeso a nuestro mecanismo natural de enfriamiento
El exceso de peso puede tener un impacto adverso significativo en los mecanismos naturales de enfriamiento, tanto en la sudoración como en aumento del flujo sanguíneo a zonas frías. Ya en 2018, un estudio publicado en la revista especializada Nature indicó que existe una correlación entre la obesidad y la temperatura corporal en hombres y mujeres posmenopáusicas. Los investigadores descubrieron que no solo las reservas de grasa subcutánea actúan como una capa de aislamiento, dificultando el intercambio de calor y, por tanto, el proceso de enfriamiento, sino que las personas con sobrepeso producen más calor. Este estudio puso de manifiesto, por un lado, que la mayor masa corporal aumenta la tasa metabólica basal y, por otro, que el tejido adiposo metabólicamente activo da lugar a la secreción de numerosas hormonas y semioquímicos que afectan a la regulación del calor.
Otros estudios sobre cómo afecta el calor veraniego a las personas con obesidad revelaron que la actividad física realizada por las personas obesas a altas temperaturas provoca un mayor aumento de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca que en las personas con un peso medio. De este modo se confirma que, con el calor del verano, las personas obesas se ven sometidas a un mayor esfuerzo en sus actividades físicas.
Hay que ser consciente de que el sobrepeso es una enfermedad grave y con carácter de pandemia a nivel mundial. Las personas con esta enfermedad, además de enfrentarse a problemas derivados como el que tratamos en este artículo, suelen desarrollar toda una serie de problemas de salud asociados a la obesidad.
Los peligros del calor veraniego para las personas con obesidad
Si la temperatura exterior es aproximadamente la misma que la del cuerpo (36-37 °C) o superior, los mecanismos de refrigeración del cuerpo pueden verse llevados al límite. Los primeros signos de estrés térmico son mareos y dolor de cabeza, seguidos de confusión, náuseas y vómitos. Si el cuerpo no se enfría y/o no recibe suficientes líquidos, la presión sanguínea puede caer tan drásticamente que no se bombea suficiente sangre a los órganos. A su vez, esto puede provocar una pérdida de conciencia y daños en todos los sistemas orgánicos.
Durante las horas de más sol debe evitarse el esfuerzo físico y mantenerse a la sombra siempre que sea posible. De igual manera, hay que asegurarse de beber una cantidad suficiente de líquidos, idealmente agua.
Al igual que las personas mayores y los niños, las personas con sobrepeso son más susceptibles a los golpes de calor y, por tanto, deben asegurarse de beber suficientes líquidos y buscar la sombra cuando hace calor. El esfuerzo físico debe evitarse cuando hace calor, ya que supone un esfuerzo considerable para el sistema cardiovascular.
Por lo tanto, la actividad moderada, un lugar a la sombra y una botella de agua a mano representan la mejor estrategia para pasar los días más calurosos del año sanos y salvos.
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Dr. Pujol Rafols
Titulado como Experto por la Sociedad Española de Cirugía Bariátrica y Metabólica. Jefe de Cirugía General y Digestiva del Hospital Tres Torres (Barcelona) y Jefe de la Unidad de Cirugía Bariátrica y Metabólica (UCOM) PREMIO IFSO 2012. Ver perfil completo.
Dr. Pujol Rafols
Título de Experto por la Sociedad Española de Cirugía Bariátrica y Metabólica.
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