La obesidad va más allá de ser un problema evidentemente físico. En un elevado número de personas que la sufren, la obesidad lleva consigo asociada una serie de trastornos psicológicos que pueden afectar también a una mala calidad de vida del paciente. Llevar a cabo un efectivo tratamiento contra la obesidad, puede ayudar de forma notable a superar estos problemas.
Problemas en el corazón, en las articulaciones e incluso a la hora de realizar cualquier movimiento físico por muy pequeño que este sea. La obesidad conlleva una serie de problemas para la salud que diezman la calidad y la esperanza de vida de quienes la sufren. Someterse a un tratamiento contra la obesidad como puede ser un ByPass gástrico, un balón gástrico o una gastrectomía vertical no solo ayudan a mejorar estas patologías sino a tratar ipso facto con ciertos trastornos psicológicos derivados de la obesidad que, tarde o temprano, acaban apareciendo en quienes la sufren.
Quien sufre de este importante exceso de kilos, también padece a la larga una serie de trastornos psicológicos. El paciente con obesidad nunca se verá bien delante del espejo, más allá de otros problemas de salud que pueda tener a raíz de esta enfermedad. Más allá de la ansiedad que pueda tener y que puede ocasionarle el verse empujado a comer más y peor e incluso a deshoras, el estado anímico se resiente y mucho. La depresión es una alternación del sistema nervioso muy corriente en personas que sufren de obesidad. Apatía, tristeza y resignación que pueden llevar al paciente con obesidad a ser infeliz durante gran parte del día.
El no verse bien o el compararse con familiares y amigos que no sufren este problema les puede llevar a desarrollar una gran cantidad de complejos con lo que esto supone. Frustración, decepción consigo mismo y el sentirse infravalorado respecto a la gente de su entorno simplemente por una cuestión física, que sí que es importante pero que sobre todo debe ser considerado más un problema de salud que un problema físico en este sentido. El sentimiento de vergüenza es otro trastorno psicológico que pueden llevar al máximo los pacientes que sufren de obesidad. Incluso para acometer proyectos personales y profesionales.
El aislamiento a la hora de enfrentarse a la sociedad, a conocer gente, salir con amigos, presentarse a un empleo… es sin duda otro problema que hay que atajar con un tratamiento contra la obesidad eficaz como los anteriormente mencionados. Está comprobado que un elevado número de personas, al adelgazar toda esta amalgama de kilos ganan en autoestima y eliminan de forma gradual e importante todos estos problemas. Incluso llegan a quererse más y a no tener miedo a aceptar su cuerpo, mirarse al espejo o mantener relaciones sexuales, otra barrera más para las personas que sufren de obesidad.