La colocación de un balón gástrico en el estómago se ha convertido en una de las técnicas más exitosas para la pérdida de peso. Sin embargo, aún son muchos los pacientes que literalmente dicen “tener miedo” ante esta técnica que, sin embargo, no reviste problema alguno. Para ello te damos 10 claves para no tener reparo ante la elección de esta técnica.
El número de pacientes que se decide por el Programa Balón Intragástrico (BIB) para la pérdida de peso aumenta. No se trata de una cirugía al uso, simplemente de un método totalmente seguro y sin complicaciones que sacia el hambre del paciente y le ayuda a bajar de peso de una forma natural. Un programa que consiste en la inserción de un balón de silicona suave y expansible que se introduce en el estómago a través de la boca sin necesidad de cirugía y bajo sedación.
Antes de llevar a cabo la inserción, el médico lleva a cabo un examen inicial del estómago a través de un gastroscopio para observa si existe alguna anormalidad en el mismo antes de la colocación del balón. Si no se encuentra ningún tipo de problema, vez en el estómago, éste se llena con una solución salina estéril para que pueda pasar al intestino y flotar libremente dentro del estómago. El tiempo invertido en colocar el balón varía, entre 20 y 30 minutos.
Más tarde, médico controla que el dispositivo está bien colocado, permitiendo al cabo de unas horas regresar a casa. El balón debe permanecer entre 6 y 8 meses en el estómago, tiempo tras el que será retirado y más tarde, durante estos meses deberá asistir a consultas de seguimiento. La retirada del balón será de la misma manera en que fue colocado, por medio de endoscopia y bajo sedación.
¿Por qué no debes tener miedo al balón intragástrico?
1. No hay cirugía. No se trata de una intervención quirúrgica por lo que disminuyen de forma considerable la aparición de contraindicaciones.
2. No hay ingreso hospitalario, situación que echa para atrás a muchos pacientes ante su desconocimiento respecto a estas técnicas.
3. Es una técnica de máxima seguridad, sin riesgo para el paciente en ningún momento.
4. Son decenas de miles los pacientes que cada año optan por esta técnica para adelgazar consistente básicamente en saciar la ansiedad y el apetito.
5. El paciente aprenderá nuevos principios de nutrición y hábitos de vida, para lograr una pérdida de peso mantenida.
6. No hay dolor a la hora de introducir el balón ya que se produce bajo sedación.
7. Son muy pocos los efectos secundarios que supone esta técnica. No revista la mayor problemática en la recuperación.
8. Se puede volver a la rutina diaria después de su inserción sin ningún tipo de problema ni baja médica.
9. Es una de las mejores soluciones para personas con obesidad mórbida y que presentan problemas serios para cirugías.
10. Tan solo se tarda como mucho 30 minutos a la hora de insertar el balón gástrico en el estómago del paciente.