Tras una intervención para la pérdida de peso gracias al Método POSE, el paciente debe saber que es obligatorio seguir una reeducación alimentaria de su nuevo estómago. Cumplir con diferentes partes que irán desde una dieta basada en líquidos durante los primeros días a la incorporación de la carne pasado un mes. Te contamos el proceso de la alimentación tras el Método POSE.
Una de las grandes ventajas del Método POSE contra la obesidad es la rápida recuperación de la que disfrutan los pacientes. En un breve espacio de tiempo, éstos pueden volver a casa y realizar una vida normal. Eso sí, una vida normal con matices sobre todo en lo referente al ejercicio físico y la alimentación. Los pacientes que han optado por el Método POSE para perder esos kilos de más que incluso pueden llegar a poner en jaque su propia salud, han conseguido reducir la capacidad de su estómago sintiendo una sensación de saciedad absoluta. Ahora toca cuidar la alimentación y los hábitos. No vale comer de todo. ¿Cuál es la alimentación tras el método POSE?
El paciente que opta por el Método POSE debe tener en cuenta que debe seguir un periodo de readaptación a la comida. Es decir, su estómago ha cambiado y por tanto debe cuidarlo a poco a poco adaptándolo a su nueva realidad. De hecho, durante los primeros días, tu dieta será estrictamente líquida donde el agua como no será la gran y única protagonista. Eso sí cabe destacar que el paciente al estar en este nueva situación no tendrá excesiva hambre por lo que el agua le saciará por completo. No es de extrañar que una acción tan simple como beber un vaso de agua signifique sentirse lleno, saciado e incluso algo hinchado. Durante los próximos días, el paciente introducirá nuevos alimentos en su dieta.
Tras unos días solo con agua, la alimentación tras el método POSE volverá poco a poco a la normalidad. El paciente incluirá batidos y zumos con azúcares, y mucho más consistentes. Para, en unos días, alimentarse a base de caldos. Mucho más nutritivos, con vitaminas y aportando ese energía que el cuerpo empezará a demandar. No hay unos días exactos en lo que se pueda marcar la introducción del paciente en cada una de estas fases. Cada caso y cada paciente es diferente y será el médico quien le recomiende pasar del agua, a los batidos y los caldos. Eso sí, aproximadamente a las dos semanas se introducirán los purés en la dieta tras una intervención del Método POSE.
La alimentación tras el Método POSE lleva, cómo no, de un proceso que cada paciente debe respetar. Es impensable comer normal a los pocos días o a la semana. Se debe empezar por los alimentos de más fácil digestión. Y se espera que al cumplir un mes tras la intervención por el Método POSE el paciente incorpore el pescado. Siendo la carne y las legumbres las últimas fases de esta reeducación alimentaria.